Ella es Romina, tiene 34 años, y vive en pareja. Es del barrio de Navas, en Barcelona. Se considera una persona social, activa, optimista. Es coach, y muchas veces se refugia en la filosofía para encontrar respuesta a sus dudas o sus miedos. A pesar de ser muy extrovertida, admite que cuando sale por la puerta de su edificio, no conoce a ningún vecino y eso le hace sentir un poco aislada. Ha puesto fin a ello con un simple gesto, que tuvo resultado en menos de 24h. ¡Vamos a ver cuál es la historia!
¿Cuándo conociste Nextdoor y cómo lo utilizas?
Hace aproximadamente 2 años. Hasta ahora lo había utilizado para dar visibilidad a mi proyecto profesional, como coach. Pero el otro día lo utilicé por primera vez para algo personal.
¿Qué has hecho?
Pues este verano me fui a hacer el camino de Santiago, y allí, lo que más me gustó de la experiencia fue ir de pueblo en pueblo y ver que la gente te recibía con los brazos abiertos. Todo el mundo entabla conversación, entras a las casas de la gente, y eso te llega adentro, es muy emotivo. Cuando volví, pensé ¿cómo es posible que esto que pasa en los pueblos, y que he vivido de vacaciones, luego desaparezca? ¿Cómo es posible que en mi barrio la gente no se conozca? Y ahí hice el clic. Pensé que quería ir a correr, y que lo quería hacer acompañada. Así que, ¿quién mejor que tus vecinos? Lo probé, lo puse en Nextdoor, y ¡en unas horas ya tenía a varios vecinos y vecinas diciéndome que se apuntaban conmigo!
A eso se le llama poder de convocatoria…
Sí, la verdad. Yo esperaba una respuesta, ¡pero no tan rápida! En estos momentos hay mucha incertidumbre, sentir que tienes un grupo de personas cerca, con las que hacer algo, ni que sea lo más mínimo, es muy importante. ¡Te levanta el ánimo!
¿Y cuántas personas contestaron?
Pues varias, la verdad. Unas 10. La primera vez quedamos tres: Nacho, Miriam y yo. Y ahora en la segunda 6. Quedamos cada jueves, y ahora se está apuntando más gente. He decidido hacer un grupo en Nextdoor para que pueda entrar todo el que quiera, ya que así podremos hacer mini grupos, y salir como máximo en grupos de 6, por las restricciones.
¿No tenías con quien ir a correr?
Sí, tienes amigos, y tal, pero no es práctico. Porque cada uno vive en una punta de la ciudad. Si quieres salir a correr 30 o 45 minutos, y luego ponerte a trabajar o a tus obligaciones, no es práctico ir a la otra punta y perder el mismo tiempo en el transporte. Para ir a correr, la cercanía es clave. No te lo piensas tanto, te da menos pereza. Así que los vecinos y vecinas son tus mejores aliados.
¿Te lo pensaste mucho, antes de hacer la publicación?
No me lo pensé mucho. Pero si que me planteé “¿voy a querer salir a correr todos los jueves?”. Sabía que si lo publicaba, me tenía que comprometer. Pero fue precisamente eso lo que me ayudó a decidirme definitivamente. La compañía te hace más fácil todo. Si te comprometes con alguien, te comprometes más seriamente. Porque no lo vas a dejar colgado. El hecho de correr con tus vecinos te hace que ellos mismos te ayuden a cumplir tu reto. Los retos, en compañía, son más fáciles. Y más asumibles.
¿Y en qué te ha ayudado este grupo para salir a correr?
Hay veces que las malas noticias nos inundan, y nos olvidamos de que la gente es maravillosa. La bondad no vende. Pero ahí está. Cuando hice esa publicación, y vi el recibimiento, me alegré muchísimo. Es una sensación muy positiva, te ayuda a seguir.
Siempre es bueno encontrar una actividad, y más si está relacionada con el deporte, pero si la haces en equipo, es aún más efectivo. La sensación de compartir y superar retos con alguien es muy bonita. Por ejemplo, Miriam, que vino el primer día, nunca había salido a correr. Fue su primera vez. Si no hubiera encontrado a personas como ella, quizás no lo hubiera hecho nunca. Esto te anima a seguir, y a reafirmar que hay que compartir más, y contar con las personas que tienes cerca.
¿Cómo estás viviendo la situación de pandemia?
Afecta. Me considero afortunada, tengo pilares para sostenerme. La filosofía ayuda, cuando conoces la historia, tienes más herramientas. Porque aprendes que esto ha pasado varias veces, o porque conoces a autores que te enseñan a cómo ver las cosas. Pero me afecta igualmente, porque ver lo que le ocurre a la gente tiene un impacto. Pone triste. Como sociedad estamos unidos, y si la sociedad sufre, tú sufres.
Eres una persona bastante social, ¿no conocías antes a otros vecinos?
Sí, a los de mi escalera. Pero ya está. Cruzo la puerta de mi portal, y estoy sola. Para hablar con la vecina de al lado no necesito ninguna app. Pero si quiero ampliar más mi círculo y aumentar el sentimiento de pertenencia a mi barrio, Nextdoor ayuda muchísimo. Esa es la diferencia. Y la cercanía, y el saber que tienes mucha gente a tu alrededor con la que podrías relacionarte, ayuda mucho.
La gente es buena por naturaleza. Hay que salir, y verlo por nosotros mismos.
¿Qué le dirías a alguien que se siente solo? ¿Algún consejo?
Hay que ser valiente. Cuando vamos a tener un encuentro con personas que no conocemos, todos sentimos una especie de incomodidad. Del más valiente al más tímido. Hay que pasar a la acción, sin esperar resultados. Hay que hacerlo igualmente. No venirse abajo, y la constancia es muy importante. Repítelo, y un día, lo conseguirás. Diría que la clave es esa: valentía y constancia. Superar miedos, y repetirlo constantemente. Y luego saber que la mayoría de las personas son buenas. La gente es buena por naturaleza, pero no lo vemos a diario. Hay que salir, y verlo por nosotros mismos.
Trabajar por las relaciones humanas debe ser algo consciente, como una medicina. Porque tiene un impacto directo en el bienestar personal, físico y mental.
El ser humano es por naturaleza social…
Sí, ahora con la pandemia, lo que pasa es que uno, por cuidarse demasiado físicamente, por protegerse, se puede llegar a sentir solo. Esto es un problema. Lo que es malo, puede llegar a ser peor. Como el dicho, es peor el remedio que la enfermedad. Tenemos que ser conscientes que el no tener vida social es un sufrimiento interior. Y eso lo tenemos que evitar con pequeñas estrategias, siempre siguiendo las normas. La parte emocional necesita de otras personas. Las personas somos una medicina para las personas. Trabajar por las relaciones humanas debe ser algo consciente, como una medicina. Porque tiene un impacto directo en el bienestar personal, físico y mental.
¿Qué opinas de Nextdoor?
Me gusta mucho ver que cada vez se utiliza más. Es muy útil, y sobre todo, destaco esa cercanía con las personas con las que interactúas. En Instagram puedes hablar con gente de otro país, pero aquí hablas con gente de tu barrio. La posibilidad de quedar es algo real y factible, solo depende de ti.
No importa la edad, no importa cuál sea tu situación. Siempre tienes a tus vecinos y vecinas cerca. Si compartes con ellos lo que quieres hacer, seguro que encuentras a alguien con quien hacerlo. Haz con Romina, y di a tus vecinos #CuentaConmigo.
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